Consideraciones para el entrenamiento deportivo en niños y jóvenes
¿Qué puede ser más importante en el deporte que garantizar que los atletas estén protegidos contra cualquier daño para que puedan disfrutar de sus experiencias deportivas? Este detalle es aún más relevante en los niños y jóvenes que están en pleno desarrollo y formación de sus habilidades físicas, psicológicas y sociales. Es necesario ser consientes de las fases del desarrollo infantil y adaptar las experiencias deportivas a las capacidades de los niños con el fin de conseguir un entorno seguro y acogedor para fomentar la participación basada en los valores.
A partir de mi experiencia he podido observar que el principal problema al trabajar con niños y jóvenes es el alejamiento del deporte a cierta edad, lo cual corta el arduo trabajo que se ha realizado por mucho tiempo. En otros países esto se da entre los 11 y 12 años, edad en la cual los niños suelen iniciarse en el deporte de competición; comienzan a tener entrenamientos más rigurosos, competencias todos los fines de semana y muchos dejan de “disfrutarlo”. En nuestro país las causas son mucho más complejas y debemos identificarlas para evitar fracasar en el proceso de crear un entorno correcto para formar atletas consolidados.
En un país con tantos problemas sociales como el nuestro, las experiencias vividas en el círculo social de los niños y jóvenes fuera del club influyen en gran medida en su personalidad; definiendo sus intereses y objetivos de vida. Como entrenadores o gestores deportivos, debemos conocer la realidad de nuestros alumnos para entenderlos y guiarlos dentro de una vida deportiva adecuada. Por ejemplo, en Perú los índices de trabajo infantil son elevados; ya que la situación familiar en muchos hogares exige que hasta los miembros más pequeños apoyen a la economía familiar. Esto sin duda afecta al rendimiento del deportista en desarrollo.
La informalidad es otro problema crucial en nuestro país. En los clubes de base normalmente no se da una formación adecuada para los entrenadores/voluntarios, que si bien es cierto están comprometidos con el proyecto, no están capacitados profesionalmente sobre desarrollo infantil. Por lo tanto, se diseñan programas de entrenamiento a la ligera que pueden ser perjudiciales para la integridad de los niños y jóvenes. Muchas veces en los entrenamientos se tiene grupos mixtos de alumnos en edad y nivel de técnica; sin embargo, el entrenamiento se orienta de la misma manera para todos.
Si bien es cierto el deporte cada año toma más importancia en la sociedad peruana, aún no es un factor prioritario para el desarrollo de la vida de las personas. Por lo que a todos los niveles se puede identificar la falta de equipamiento e infraestructura apropiada para asegurar un entrenamiento seguro con bajo índice de lesiones y accidentes.
La falta de un plan estratégico para que los entrenamientos deportivos sean potenciadores de la educación y no, por el contrario, un perjuicio para la educación escolar de calidad. La motivación al juego es parte de la esencia del deporte; esta motivación si no es canalizada correctamente en los niños y jóvenes puede hace que se pierda el interés en factores claves como en una continua capacitación académica.
Como gestores deportivos debemos tener presente siempre los cuatro puntos previos presentados para reflexionar sobre nuestra propia organización, adaptar estas consideraciones a nuestro contexto individual y trabajar para afrontar con éxitos estos problemas. Los niños en desarrollo para atletas deben entrenarse y competir en un entorno adecuado en el que se disponga de métodos de entrenamientos técnico y táctico, de material, de instalaciones y de formatos de competición adaptados a su edad. Además, reconocer que los niños y jóvenes atletas tienen necesidades de entrenamiento diferentes a las de los adultos es muy importante para proteger la salud y garantizar el progreso en el entrenamiento.
Uno de los puntos más importantes dentro del entrenamiento deportivo es su necesaria coexistencia con la educación. El entrenamiento no debería realizarse en perjuicio de una educación escolar de calidad, puesto que ambos son complementos para desarrollar una persona integra y preparada para la vida. Debemos de tener presente que la carrera en el deporte es corta y una buena educación puede reportar beneficios durante mucho más tiempo. Por ello se debe asistir a los niños y jóvenes atletas para que puedan combinar satisfactoriamente su entrenamiento y su vida escolar. Muchos de los deportistas de alto rendimiento se vuelen empresarios, fundan y dirigen ONG´s o se vuelven entrenadores; sin embargo, esto se logra sólo si en la etapa formativa como atleta también se desarrollan otros aspectos académicos y actitudes importantes.
